lunes, 26 de diciembre de 2011

Navidad, navidad, ¿dulce navidad?

Hoy vamos a pararnos a pensar en todo lo que actual mente sentimos, deseamos, vivimos y añoramos. Son fechas de "felicidad", de pasarlo en familia, de ser generosos y de querer a los demás, pero no para todas las personas la navidad reune las características básicas.
Para empezar, no todos poseen una familia. Sí, es típico lo de: empiezas a salir con alguien especial, te casas, tienes hijos, nietos, blá blá, ¿pero qué hay de la gente que ha crecido sin unos padres? ¿aquellos que no han conseguido encontrar a su media naranja? ¿aquellos que no tienen nada de suerte en la vida y viven en la calle? ¿aquellos que no tienen dinero ni para mantenerse ellos mismos? ¿aquellos que han perdido a uno de sus padres o a los dos, a algún hermano/a, o a alguno de sus hijos? ¿qué hay de aquellos que son viejecitos y no tienen a nadie para que les den cariño, amor y los cuiden como se merecen?, entre muchos otros.
Intentan meternos en la cabeza, incluso a presión, de que la navidad es para disfrutarla, pero me atrevería a decir que la gran mayoría las pasamos de forma agridulce, e incluso amargas. Familias rotas, familias hundidas en la miseria, otras tantas ahogadas con cinturones, muchas otras sumidas en la tristeza, en cambio siempre estarán los que tienen de todo gracias a nosotros y no son capaces de ayudar y agradecer a los que les hemos hecho la vida más fácil. Cabrones.
¿Quién fue el que dijo que todo debía ser perfecto estos días? Conozco mucha gente que este año pasan la navidad sin un hijo que falleció, gente que está tan enferma que piensa que va a ser su último día, niños y no tan niños que han perdido a sus padres repentinamente y otros que han visto como se separaban, personas que han perdido la ilusión y la dignidad, personas que han perdido lo que más querían en este mundo, personas que han sufrido la caída de su economía y otros hasta el punto de perder sus bienes, otros que se han perdido en las drogas y el alcohol, algunos que ya no confían en nada ni en nadie, muchos que están fuera y no pueden disfrutar de su gente... hay tantos, tantas situaciones desagradables, que no podría escribirlas todas.
Al menos, los que tenemos la suerte de tener a nuestros padres y nuestros hermanos, aunque estén separados como los mios, los que tenemos a nuestros amigos, deberíamos disfrutar un poco más, porque aun podemos perder mucho. Aunque no tengo la suerte de tener trabajo, ni estudios, y que me doy cuenta de que sigo queriendo a esa persona especial, mi chico perfecto, tanto como el primer día, o más, aunque no esté conmigo, se que algún día conseguiré lo que me he propuesto, cueste lo que cueste. Reconozco que a veces pienso en tener mucho dinero, pero el dinero no lo es todo, aunque puede ayudar. Yo seguiré siendo como soy, apoyaré y ayudaré a los que lo necesiten, lo pidan o no, lo único que me importa es tener a los mios cerca y agradecer que no haya llegado el ocaso a mi vida, tal como en los ejemplos que puedo ver día a día en todas partes, y vosotros deberíais hacer lo mismo, daros cuenta que hay muchos que lo están pasando real mente mal y apenas nadie se fija en ellos.
Lo siento si algunas personas no llegan a entender mi texto, me cuesta expresar todo lo que pienso en unas cuantas lineas.

1 comentario:

  1. Sweetilla!!!
    Gracias por tu comentario y por compartir la info!
    Me gusta tu blog, me gusta la gente que escribe sus reflexiones, sigue así.
    Un abrazo y Feliz Navidad.

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