jueves, 1 de marzo de 2012

Cuando pasa factura

Ayer no aparecí por el blog más que nada, para los que no lo saben, me he retirado por un tiempo de las redes sociales, como mucho se me puede encontrar en Twitter, que al fin y al cabo te ahorras las conversaciones por chat y puedes hacer más o menos tu vida, comentando lo que te rota. La razón es que estoy agobiada, mal, francamente, y no me apetece mantener una charla con absolutamente nadie, y aun así, vía privados me han seguido preguntando, cuando es evidente que me he ido por alguna razón y que quitando un tablón y el chat, dejas claro que no quieres hablar, a lo que yo he contestado con frases simples pero sin dar ningún tipo de explicación porque, repito, no me apetece.
La razón de que esté escribiendo aquí es porque mi blog me sirve como... llamemoslo, una especie de diario, o es como un confidente, donde más o menos intento explicar lo que siento, aunque no se me pueda llegar a entender. Obvio que tampoco voy a recriminarle a ninguna persona que no me comprenda, tanto en formas de actuar, de pensar o de hablar, cada uno tiene su opinión, aunque tampoco me importa mucho lo que piense la gente. ¿El motivo de mi agobio?, todo en general, pero quizás algunas cosas las estaba terminando de asimilar y al llegar nuevos acontecimientos que han sido como explotarme una bomba en la cara, todo se ha venido abajo, y por supuesto nadie puede ponerse en mi lugar, ni entenderme, nadie puede si no ha pasado antes por lo que estoy pasando yo, así que de ninguna manera acepto consejos ni ningún tipo de palabras con respecto a ellos, porque es muy fácil hablarle a otro y decirle más o menos lo que debería de hacer, pero si esa persona estuviera en el mismo lugar, creerme, podría estar peor o igual que yo. 
Para ser sinceros, conociéndome, siempre he creído que era una chica que pasara lo que pasara nunca iba a dejar ver, por muchas cosas que pasasen, que estoy mal, siempre he tenido una sonrisa en la cara, he hecho la payasa tanto como he querido, me he reído como nadie, me lo he pasado muy bien, etc, pero el proceso va por dentro, hay quienes lo exteriorizan todo tal y como lo sienten, pero a mi no me sale amargar a los demás cara a cara, de puertas para afuera soy la tía simpática y alocada que tan bien cae (o no, tampoco le tengo que caer bien a todo el mundo), pero puertas para adentro todo cambia completamente, y se piensa siempre en todo lo que está pasando, y no voy a permitir que nadie me cuestione lo que estoy haciendo porque nunca he estado tal y como estoy, no he llegado a tanto jamás, que si he tenido que llorar fuera de casa, seguramente ha sido porque he ido bebida, siempre, para ser sinceros (y con ello no digo que sea una borracha, porque apenas salgo), pero ahora no quiero ni salir y tampoco quiero que me lo propongan, porque no quiero ver a nadie.
Seguramente este texto va a traer repercusión, pero lo dicho, no quiero que me calienten la cabeza, hablando claro, me da igual quien sea, estoy lo suficientemente rayada como para enviarlo todo a freír espárragos. Me siento tan mal, por cosas que han pasado, cosas que van pasando ahora, por cosas que debería hacer y no hago, por palabras y también por cosas perdidas, así que si se me deja pensar claramente sería de agradecer. 
Un besito.


Twitter: @nerea_rsweet
Facebook: Nerea R.Sweet
Tuenti: Nerea Navarro Leal
e-mail: elrinco-sweet-@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario